Como todo síntoma, las enfermedades femeninas no son la excepción. Ellas traen el mensaje de nuestra alma que está pidiendo expansión y cambio. Lo cierto es, que no me voy  a cansar de comunicar esto, si estamos dispuestas a escucharlas podemos no sólo generar cambios sino, ser el cambio en nuestras vidas e impactar con eso en el afuera. La enfermedad es una forma más de integrar aquello que aún nos falta y que tanto bien nos puede hacer.  

Sin dudas, cuando cambiamos nosotras todo se transforma a nuestro alrededor. Hoy el tema que elijo es como estas enfermedades y síntomas nos atraviesan y nos piden que miremos con ojos de transformación. 

Cuando acompaño a una mujer a mirar un síntoma y las historias que hay por detrás, es un momento para ir directamente al hueso de la cuestión, con amorosidad y contundencia. No podemos ir con liviandad, porque eso no permitiría crecer. La enfermedad nos propone encontrar el hilo conductor de toda nuestra historia y repeticiones. 

Pero lo que yo pueda ayudarte a encontrar y descubrir no es lo importante, lo importante será lo que hagas con esa información.  

El síntoma siempre dice la verdad. (todas en itálica) 

El síntoma es fuente de crecimiento y cambio. 

El síntoma viene a recordarte tu poder. 

El síntoma quiere que te expandas… fuerte.  

Quizás sea tu momento para revisar y descubrir los potenciales que aún no te has animado. 

Si estás dispuesta… te acompaño.